miércoles, 28 de enero de 2009

Los deslices de la Luna

Dados los últimos segundos
La luna me escribe estas palabras de su puño y letra
Queridos poetas
Les dice así:

“El albatros tiene cielos
de ondas incandescentes
Así lo vivió Ducase
y Baudelaire en sus viajes
Decentes pero indecentes
vagos intelectuales
de sus experiencias
jamás aprenderán

Electriza tu nada
sacude tu cabeza hasta zafártela
Nada es todo y todo es nada
como lo de arriba es lo de abajo y lo de abajo arriba
Nunca se entenderá algo que no es para ser entendido
No te agites en maldades
Ni estupideces.

La nada se ha echado como un telón
tal vez sin quererlo
Las vírgenes de la inspiración han entrado a tu cuarto
han robado tu cerebro
y tu cuerpo

En el fondo se sabe que no son tan vírgenes
los deslices de la luna entre los poetas muertos
aun no deben ser contados a los libros de historia
eso siempre ha quedado entre ella y sus amantes

No acuso a la niebla mas que al sol
me defiende mi sombra como mi mejor amigo
Grillos y pájaros me dan su melodía
en el bosque habito sin problema alguno

Oh éxtasis de jubilo aplanado
murmullo de ríos invisibles

Queridos poetas
de multicolores pieles
Deséenme los mejores truenos
dedíquenme sus sandeces
Colmen con sus pulsiones beatificantes
El espíritu de este esqueleto
Hagan de sus libros
las baldosas de mi morada”

Esta es la plegaria del nacido heredero
niño, mujeres, flor, estrella, llamas, olas de amor y de sueño, Akhenatón.
Esa es la carne del poeta
que divaga las constelaciones desde su insignificancia
Entre dientes de princesas de leyenda
entre las fauces del tiempo

Esa es la plegaria de los que leen idioteces
cambiando los libros de caballerías por los de poesía.
cayendo en el fondo de si mismos

En el fondo del tiempo
En el fondo del infinito.

martes, 13 de enero de 2009

Desengaño

Ella tiene el diablo en el cuerpo
yo no sé donde esconderme
No sé que fuerza me impulsa
juraría que habría estado bailando
las danzas impuras y macabras
Embriagado por la belleza que se me ofrece
Deseo, objeto de nuestro arrebato
su poder
infinito
transformador absoluto
de la impúdica belleza
me arranca las venas por unos días
Nos encadena a nuestras propias palabras
esmaltadas por el brillo de nuestras libertades.

Solo el deseo conduce a la belleza
engañando estúpidamente
corriendo tras su aliento
Incluso el propio cocodrilo derramó sus lágrimas
por la perversión de la juventud
Que empiece el espectáculo
¡Sin saber como ha de acabar!

Sacrificios banales del espíritu
He aquí el desorden que introduce el deseador
Mientras todos lo saben pero el no lo nota
subrayando con horror el aguijón...
que ha de clavar en su pecho

Quizás tan solo unos instantes...
Hasta el desengaño.

Ese problema de la hora

El reloj los va a matar
Y los llevará a la tumba
Como a mi
como a todos

Pero por qué ser tan esclavo
y no irse aunque sea por un instante
de su mirada impasible
y estrictamente eterna
amarga y plena
Firme en el destino
sentencia maldita

Tal vez haya que librarse del reloj
A pesar de que no se pueda con el tiempo
No sobra sacudirse
Y no dejársela montar de vez en cuando

Después de tantos años de no usar reloj
He descubierto su utilidad.